terça-feira, março 13, 2018

QUEDA DO CATOLICISMO NO PAÍS IRMÃO

El CIS muestra cómo la religión de Roma pierde fieles en España desde 2006, y de estos el 62,1% no va “casi nunca” a actos religiosos.
La encuesta del CIS de Febrero conocida este jueves recoge, como casi todos los meses, datos sobre la practica religiosa en España, centrándose en la mayoritaria, el cristianismo, que cada vez lo es menos.
Según los datos de Febrero de 2018, un 66,9% de los encuestados se definen como católicos, un dato elevado comparando con otros países europeos, excepto Polonia, pero que no ha dejado de descender desde Enero de 2006 según las encuestas del CIS.
Así, según la serie histórica recopilada por el CIS, en 12 años el número de los españoles que se consideran católicos ha descendido 10,4 puntos, aunque el número de los que se definen como ateos o no creyentes sólo ha aumentado un 6,9%.
Volviendo a Febrero de 2018, los que se definen como “ateos” alcanzan el 9,8% y “no creyentes” el 16,5%, un total de 26,3 puntos. En 2006, sumaban un 19,4%.
Un dato que también llama la atención en este CIS es que aumenta en apenas un año un 1,2% los creyentes de otras religiones.
Católicos, pero cada vez menos practicantes
Además, el barómetro de este mes que ha acabado también recoge que, de los creyentes, la mayoría (62,1%) no van a actos religiosos “casi nunca”, mientras que el 13,9% lo hacen “casi todos los domingos y festivos” y el 8,1% “alguna vez al mes”, los que se califica como practicantes, y un 11,7% “varias veces al año”.
Los practicantes tampoco han dejado de descender desde 2006, cuando el 53,4% de los creyentes se situaba en este grupo. Aquí es donde se observa un descenso más fuerte, cayendo hasta 31,4 puntos. En un año han descendido más de un 4%.
*
Fonte: https://laicismo.org/2018/03/los-catolicos-practicantes-descienden-un-314-en-12-anos/

* * *

Um sinal basicamente positivo, até ver, pois que se trata de deixar morrer um credo alógeno em tempos imposto aos Europeus. Negativa é a eventual tendência para o niilismo que pode estar sob o manto do ateísmo; mais grave é a eventualidade do aumento de muçulmanos em solo europeu, ou seja, de praticantes de mais uma onda de totalitarismo espiritual abraâmico.